viernes, 23 de abril de 2010

El sueño de una carretera












En la primavera de 1963 y contra todo pronostico, D. Baldo Araya Uribe fue elegido regidor de la Comuna de Coyhaique. A los pocos días, Doña Betty Aguirre de Muñoz, una vecina del sitio le increpó en plana cara:
- Vds los regidores no hacen más que tapar hoyos en las calles y nada por las personas... ¿que va hacer usted por Coyhaique?
Y D. Baldo improvisó:
- Voy a promover una carretera que nos una con Puerto Montt.
La gente se quedó callada "Este hombre delira", pensaron.
Pero no, porque durante los siguientes 15 años D. Baldo visitó ministros, dio charlas en las universidades, se reunión con ingenieros y trazó itinerarios imposibles hasta que se salío con la suya y, en 1982, casi veinte años después, el testarudo regidor, acompañado por Pinochet, cortaba la cinta de un camino que les conectaba al mundo.
Cuando llegué a la ciudad hacía cuatro años que D. Baldo había muerto pero las fotos que aparecen aquí me fueron entregadas por su hija Ines quien me recibió amablemente en su casa y me contó cosas extraordinarias.
Hoy en día aquel "rayado de la carretera·, como le llamaron algunos es una figura local y hasta hay un ferry (en la foto) que lleva su nombre. El mismo ferry que salvó a gran parte de la población de Chaitén cuando reventó el volcán.
(en la foto superior derecha D. Baldo, las manos en los bolsillos, con Antonio Harwart, carpeta de notas, ingeniero del camino, y el explorador y fotógrafo Augusto Grosse, civil, justo al lado de Antonio)

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